La identidad digital, también conocida como Identidad 2.0, es lo que somos para otros en la Red o, mejor dicho, lo que la Red dice que somos a los demás. No está definida a priori y se va conformando con nuestra participación, directa o inferida en las diferentes comunidades y servicios de Internet. Las omisiones, al igual que las acciones, constituyen también parte de nuestra identidad por lo que dejamos de hacer. Los datos, por supuesto, nos identifican. También las imágenes, su contexto y el lugar donde estén accesibles proporcionan nuestro perfil online.
Hoy en día, la identidad en Internet es algo esencial que, a menudo, vamos construyendo sin pensarlo mucho. Sin embargo, expresarla y construirla puede ser no sólo un proceso creativo y enriquecedor. ¿Por qué no planteárnosla como algo a montar, igual que un buen puzzle, que algo que pasa sin más? A modo de ejemplo, éstas son algunas de las piezas que conforman el puzzle de nuestra identidad digital:
- nick: el nombre que usamos en la Red.
- avatar: la imagen o foto que usamos en la Red.
- redes sociales: las redes sociales que en las que intervenimos.
- blogs: los blogs que creamos o visitamos.
- lo que publicas: lo que dices (o dejas de decir).
- nuestros contactos: con quien nos relacionamos.
- nuestras recomendaciones o enlaces: aquello que recomendamos "visitar".
Para finalizar esta exposición, me gustaría destacar que, como docentes que somos, hemos de ser bastante cuidadosos con aquello que nuestra identidad digital dice de nosotros, pues es accesible a toda la sociedad, y por ende, a la comunidad educativa de la que formemos parte; en concreto, nuestros propios alumnos y alumnas pueden (y seguramente lo harán) acceder a nuestra identidad digital, y no debemos olvidar que, como docentes que somos, desempeñamos un rol fundamental en su vida durante algunos años, por lo que hemos de intentar servirles de ejemplo, tanto en la vida real, como en la "vida en la Red".
Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario